¿Cómo Busco novi@ para mi mascota?

Para poner en contexto primero debemos hablar de la sobrepoblación de perros que existe en Chile, niveles preocupantes de animales abandonados, mas de dos millones de ellos a lo largo del país. La población total de perros se estima en proporción Hombre - Perro en 5 a 1. Muchos caniles municipales albergan a estos perritos abandonados, también existen agrupaciones y fundaciones (Stuka, Julieta, C.E.A.)que han tomado este desafío y mejoran las condiciones de estos perros y los entregan en adopción en las mejores condiciones, ya sea, sanitarias, de comportamiento y hacen un seguimiento de las personas adoptantes.
Es por esto que ruego pienses muy bien donde ubicaras a cada uno de los cachorros que tendrá tu perrita y evalúes la idea de esterilizar y fomentar la adopción de perros abandonados. Recuerda que los perros se pueden esterilizar a partir de los 6 meses de edad y no es una necesidad biológica para ellos que se crucen y que las hembras tengan crías para lograr una vida plena.


Si has leído lo anterior y aun así quieres cruzar a tu cachorra de manera responsable, te dejo con la siguiente guía que te ayudara a encontrar ese guapet@n para tu perrita o perrito. Suerte en tu búsqueda.


¿Dónde busco?

Olvídate de las guías telefónicas porque no encontrarás anuncios de agencias de cruces caninos, aunque las hay, ni tampoco la foto de ese Adonis de cuatro patas que quieres para tu perrita. Antes de ponerse manos a la obra, el propietario debe ser honrado consigo mismo y no mostrarse en exceso exigente a la hora de seleccionar al candidato.

En numerosas ocasiones, las citas programadas entre machos y hembras que nunca antes se vieron las caras acaban en completo desastre. En cambio, la calle, el parque, la clínica veterinaria, un concurso canino… son escenarios ideales para buscar a posibles Romeos. Un macho o hembra, 100% perfecto no existe: los hay más altos, más bajos, anchos, estrechos, delgados, obesos, … Pocos se ajustan a las características ideales de su estándar, así que más vale dejar las suspicacias y exigencias extremas a un lado.

La talla justa

Algunos se empeñan en buscar a un macho fortachón, pensando que su aspecto exterior influirá de forma poderosa en la calidad de la camada. Sin duda, algo tiene que ver, pero también conviene saber que las tallas corpulentas son arriesgadas. En las razas de gran envergadura, los machos más grandes producirán también cachorros grandes, pero si hay una diferencia excesiva de talla entre él y ella, puede que en la cubrición el semental lastime a la perra.


En razas pequeñas y miniatura, la elección de un semental fornido y cabezón no es la mejor decisión. Con el Chihuahua, Yorkshire Terrier, Pomerania, Caniche Toy, Schnauzer miniatura, Bulldog inglés, etc. resulta aconsejable optar por un macho de tamaño más pequeño que el de la hembra; por lo contrario, pueden presentarse problemas durante el parto debido al tamaño excesivo de los fetos (distocia fetal) y, con frecuencia, hay que recurrir a la cesárea.

Libreta de salud al día

Llegados a este punto ya hemos encontrado al candidato que ha obtenido el visto bueno tanto de la perrita como de su dueño, es hora de comprobar su estado de salud. Para evitar sofocones futuros, que nadie se sienta conforme con echar un rápido vistazo al carnet sanitario; sin duda, las vacunas y desparasitaciones deben estar al día, pero hay que comprobar otra serie de cuestiones:

Que no padece males genéticos: hay razas propensas a sufrir males hereditarios. Por ejemplo: la displasia de cadera del Pastor Alemán, Rottweiler, Mastín…; el entro-pión (párpados girados hacia afuera) en Bloodhound, Cocker Spaniel, San Bernardo,…; cataratas en Cocker, Husky, Bobtail,… Si la raza del aspirante es propensa a estos u otros males, más vale cerciorarse de que está libre de ellos o, al menos, que sus antecesores no los padecieron.

Que no sufre enfermedad actual: el dueño está en su derecho de solicitar un certificado de salud del candidato al propietario del mismo. No olvidemos que hay males, como la brucelosis canina (enfermedad infecciosa), que pueden transmitirse por vía sexual.

Que ella tampoco padece dolencia o tara genética: no sólo el macho debe someterse a examen, también la hembra tiene que pasar por este requisito. Porque no depende sólo del padre la buena o mala calidad de una camada.


Equilibrado y bien educado

¿El carácter se heredad? Por desgracia, no hay estudios científicos ni pruebas empíricas que demuestren al 100% que los padres transmiten a sus cachorros todo su genio. Aunque, desde luego, hay rasgos que están presentes en todos los ejemplares de una misma raza. Pero ¡cuidado! esto no significa que si los padres son agresivos, el hijo también lo será.

En cualquier caso y para curarse en salud, valorar el carácter y temperamento del candidato también resulta recomendable y conviene descartar a los machos muy nerviosos o irritables, pues además, podrían herir a la hembra durante la cubrición, atacarla o, al contrario, que ella le deniegue sus favores.


Novato o con experiencia

¿Acudo a un semental experimentado o me conformo con el guapetón, aunque novato, que vi en el parque? Bien, la decisión es sencilla. El éxito del encuentro entre los perros depende, sobre todo, de las citas que ella tuvo con anterioridad. Así, con una perra primeriza, lo más adecuado es recurrir a los servicios de un can que sabe de qué va el tema y que ya ha pasado por otras cubriciones.

En cambio, si para ella no se trata de la primera vez, entonces un macho novato tendrá mayores posibilidades de éxito. No obstante, por muy experimentado que sea uno u otro, en muchas ocasiones, no hay forma de que él “acierte” en el lugar adecuado (quizás ella es muy alta); la perra no se deja cubrir de buenas a primeras (no está en el momento adecuado de su ciclo estral); él parece intimidado… Con esto queremos decir que, a pesar de elegir al candidato perfecto, hay ciertas dificultades operativas que pueden imposibilitar el éxito.

Por ello, serán necesarias varias citas programadas – mejor que una sola- para que el encuentro sea positivo. Y, como última esperanza, siempre se puede recurrir a la inseminación artificial.